Existe una relación connatural entre la zona de Ribeira Sacra y el concepto tan enológico del terroir. Tomando como punto de partida una breve argumentación que realizan los expertos en el mundo del vino Luis y Alejandro Paadín, a continuación profundizamos en qué significa el concepto de terroir. Así como veremos cómo se plasma esta concepción vitivinícola en la subzona de Amandi.
LA RIBEIRA SACRA Y SU IDIOSINCRASIA VITIVINÍCOLA
El pasado mes de febrero, en la presentación de la Guía de Vinos, Destilados y Bodegas de Galicia 2022, de Luis L. Paadín y Alejandro Paadín, uno de sus autores hacía mención a un fenómeno clave en Ribeira Sacra. En efecto, Luis Paadín aseveraba que: «Los vinos de la Ribeira Sacra tienen una aceptación muy marcada en el entorno. Creo que es la D.O. gallega donde se vive más ese concepto de terroir, desde un punto de vista de que culturalmente es un producto nuestro. Terroir no es solo suelo, clima y uvas; es también cultura, porque tienes interiorizado ese vino.»
Ciertamente, si hay algo que sobresale del ADN de Ribeira Sacra es su vinculación absoluta al terroir y a la cultura vitivinícola. Desde hace siglos, esta zona gallega se definió como un lugar privilegiado de cultivo de la vid y producción y comercialización de grandes vinos. Un pueblo cuya idiosincracia se nutre del apego al terruño; la vida se desarrolla siguiendo el biorritmo de las viñas; y la bodegas son consideradas un espacio físico y simbólico, de labor y de culto, ineludible donde transcurre la vida. No en vano, Ribeira Sacra es la zona de Galicia que alberga más bodegas familiares y de pequeña producción. Y así seguirá siendo in sæcula sæculorum.
Y sí, no cabe duda de que los suelos de la Ribeira Sacra contienen una fuerza y un sabor extraordinarios. Al igual que las aguas de los ríos que los impregnan, principalmente el río Miño y el río Sil. Y unos viticultores de vocación o de profesión en su mayoría, que gestionan con una sabiduría y una precisión apabullante los ciclos de la naturaleza. Por eso, son capaces de extraer las fuerzas de vida que contiene toda planta y todo fruto. Todo, absolutamente todo, lo visible y lo invisible, en la Ribeira Sacra exuda una energía telúrica inefable y poderosa que destaca en sus celebrados vinos.
Sin embargo, no hay que olvidar que Ribeira Sacra está conformada por diversas subzonas. Cada una de ellas con sus particularidades en materia de cultura vitivinícola.
¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE TERROIR?
No siempre es fácil traducir al español o el gallego una palabra como terroir, por la complejidad de su significado. Aunque en ocasiones se utilice el término terruño como sinónimo en castellano; lo cierto es que el vocablo francés terroir poco tiene que ver con la querencia o vinculación con un territorio. Tal vez esté más próximo de transmitir un espacio geográfico diferenciado por sus cualidades agrícolas.
En realidad, el concepto de terroir se ha visto atravesado por diversos enfoque desde su nacimiento. En la propia literatura científica francesa, el terroir es asumido de un modo naturalista como un territorio caracterizado por ciertos parámetros medioambientales: clima o microclima local, altitud de la tierra, orografía, la exposición de la pendiente,…
Mientras que, para otros autores, el terroir no podía entenderse sin una intersección entre los rasgos medioambientales y los seres humanos que lo habitan y modifican su naturaleza. Esta sería una visión más humanista, en la cual el factor humano es crucial para la elaboración de unos vinos de prestigio; cuya calidad está adherida a las particularidades geográficas de cada región.
Y, en cierta medida, como sostiene Ballesteros Torres, no son ni el clima ni el suelo los que hacen el vino, sino únicamente dos elementos que lo condicionan. Pero el ingenio humano, sus experimentación en cuanto a técnicas e innovaciones, en suma, la intervención humana es la causa de la existencia de vinos de calidad según ciertas zonas o regiones vitivinícolas.
Sea como fuere, es claro que lo que encierra el concepto de terroir es un vino marcadamente regional. Donde las características medioambientales y geográficas —clima, suelo, terreno,…—son gestionadas con técnicas de cultivo de viñedos tradicionales o ancestrales basadas en una intervención mínima. Así es como se consigue que los vinos elaborados en las regiones vitivinícolas por excelencia sean inconfundibles y rezuman la personalidad del paisaje del que nació.
EL TERROIR EN LA CULTURA VITIVINÍCOLA DE AMANDI
Pero más allá de las condiciones climáticas e hidrológicas locales; de los grados de drenaje de las viñas y de irradiación solar de las uvas, que obviamente repercuten en la calidad de un vino, están los factores culturales.
Factores intrínsecos al cultivo de la vid y la elaboración de vinos que se realizan en las bodegas, en los cuales el tipo de prácticas —artesanales o innovadoras— responden a una tradición cultural local. Asimismo, el terroir entendido desde un punto de vista cultural, también hace alusión a la profunda vinculación de sus viticultores con la tierra de sus viñas.
Al igual que se observa en el hecho de que las bodegas familiares forman parte del paisaje de la región, como sucede en Ribeira Sacra. Y sin obviar que las ferias del vino —de Amandi, de Chantada, de Quiroga,…— son un recurso sociocultural de inmensa valía y confraternización dentro del tejido comunitario de la región
Por tanto, desde un punto de vista cultural, como señalaba Luis L. Paadín y Alejandro Paadín en su última obra Guía de vinos…, el concepto de terroir está estrechamente vinculado a un estilo de vida regional. El cual, en última instancia, se aprecia finalmente en sus productos agrícolas o vitivinícolas.
Esto es lo que ocurre justamente con los vinos elaborados en la subzona de Amandi, como nuestros ejemplares terroirs de VACAMULO o IBIO. Así, si un terroir es el resultado de sabias combinaciones entre elementos ecológicos y culturales o sociales, los vinos de Amandi portan esa carga telúrica de las cepas antiguas y oriundas de nuestra zona. Pero también son el resultado de una tradición vitivinícola milenaria —con más de 3.000 años de historia— que ha sabido reinventarse sin perder la identidad.
Por lo demás. recordemos que Amandi es el corazón de la viticultura heroica y sus vinos, el motor que mueve la economía de esta región. Sus laderas empinada, rasgadas por bancales y cubiertas de cepas vertiginosas exigen un trabajo en artesanal, manual y meticuloso. Pues la compleja orografía impide la mecanización del cultivo y también de la vendimia en la mayoría de los casos. Al tiempo que los procesos de elaboración en bodega, con mínima intervención, confieren a los vinos de esta subzona de la Ribeira Sacra una personalidad inconfundible y particular.
Como también lo son sus condiciones climáticas e hidrológicas locales. Todo ello converge en la generación de vinos genuinos que destacan por sus cualidades intrínsecas y las numerosas horas de trabajo artesanal, sacrificio, voluntad heroica y acervo ancestral de los viticultores de Amandi.
LA RIBEIRA SACRA: ¿UN TERROIR EN PELIGRO DE EXTINCIÓN?
Por último, no debemos perder de vista que la afirmación de un terroir está ligada a la valorización de los productos propios de dicho territorio. Es más, suele suceder que este proceso de afirmación de terroir y la denominación de origen de ciertos productos se inicie cuando la excelencia o fama de una producción de la zona es reconocida ya en el mercado.
Este hecho se aprecia en los diferentes vinos con D. O. de Ribeira Sacra, valorados tanto dentro como fuera de Galicia. Ahora bien, tal como indica la familia Paadín, lo realmente fantástico de los vinos de Ribeira Sacra es que pueblan las mesas de los hogares gallegos. Es decir, son honrados en su propia tierra. Lo que significa que la cultura del vino y el reconocimiento del carácter terroir, comienza por los propios gallegos porque forma parte de su bagaje sociocultural.
Sin duda, es maravilloso que los propios paisanos como consumidores secunden la elección de los vinos con D. O. de Ribeira Sacra. Sin embargo, para que podamos seguir disfrutando de nuestros vinos inigualables e impedir que nuestro patrimonio enológico y vitivinícola desaparezca, es importante promover su producción. Nos referimos a que haya más personas dispuestas a embarcarse en la producción del sector vitivinícola, a relevar a los antiguos viticultores y bodegueros que están próximos a jubilarse.
Finalmente, nos hacemos eco y compartimos la reflexión suscitada por Alejandro Paadín, en su publicación Tejido vitivinícola en Galicia: luces y sombras: «El modelo de exportación del vino gallego año a año cambia […] hacia el vino de calidad; de «castes» tradicionales y con el marchamo de calidad de un Consejo Regulador. Todo esto ha sido posible gracias a la identidad genuina de nuestros vinos y territorio […]»
En suma, la identidad de los vinos provenientes de las diversas subzonas que conforman la D. O. Ribeira Sacra, no solo dependen las uvas Mencía o Godello que ofrecen nuestros suelos. Dependen de los brazos que trabajan sus viñedos y las manos que elaboran esos vinos de calidad. Y, por supuesto, del corazón que se pone en ello.
REFERENCIAS CONSULTADAS
Ballesteros Torres, P. (2021). Comprender el vino. Casi todo lo que aún no te habían contado de los vinos españoles. Editorial Planeta. Barcelona.
Consello Regulador da Denominación de Orixe Ribeira Sacra (2022). 22 Gran Ouro para a D.O. Ribeira Sacra nas Distincións Gallaecia 2022. Recuperado de https://bit.ly/3BVQV2U
Duhart, F. (2011). Reflexiones desde la eco-antropología sobre el terroir. Recuperado de https://bit.ly/33WCsHg
Paadín, L. L. & Paadín, A. (2022). Guía de vinos, destilados y bodegas de Galicia 2022. Recuperado de https://bit.ly/3IxFbGi
Redactora de contenidos en Wild Wines Company. Filóloga winelover y redactora dedicada a transmitir las emociones que despiertan los lugares, los viñedos, las vendimias y cada botella de vino en texto que no son más que un diario de experiencias vitales.
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